Uno de los factores del éxito en acuicultura, además de las innovaciones tecnológicas en las instalaciones es, sin duda, la alimentación que reciben los animales. Puesto que son criados en un medio controlado, es posible variar sus alimentos de la manera más provechosa para su salud, y, por ende, para la salud humana.
La nutrición animal busca satisfacer las necesidades nutricionales de los animales, conservar su salud y maximizar la conversión de los nutrientes de los alimentos. Una buena alimentación de los animales tiene un impacto positivo en su calidad de vida.
La definición genérica de “pienso” con la que se denomina la alimentación de animales, engloba una serie de productos naturales, procesados o semi procesados que provienen de los procesos agroindustriales.
Estas materias primas con las que se elabora el alimento para los peces cultivados en granjas marinas pueden ser proteicas, energéticas o fibrosas en función de los carbohidratos, fibra y proteínas que tengan.
Las grandes innovaciones en bioquímica, biología y nutrición de los últimos años, que han contribuido tan positivamente a mejorar la salud humana y a aumentar la esperanza de vida en casi todos los países desarrollados, tienen su reflejo en la alimentación animal. Puesto que somos lo que comemos, es lógico que ganaderos terrestres y marinos, pongan un especial cuidado en mejorar la alimentación de aquellos seres que forman parte de la cadena alimentaria.
Nutracéutica: última tendencia animal
La última tendencia en alimentación animal es la Nutracéutica, o medicina de origen natural. Se considera nutracéutico a aquel alimento o parte de él, de origen natural y con propiedades biológicas activas que aporta beneficios para la salud, incluyendo la prevención o el tratamiento de enfermedades.
La alimentación nutracéutica supone la consolidación de la alimentación funcional y prebiótica, que se basa en la combinación de extractos naturales de plantas y un óptimo balanceado de aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales para cada especie y tamaño. Estas mejoras nutricionales se completan con mejoras en la tecnología de fabricación.
Con esta clase de alimentación se favorece la salud intestinal de los peces y la mejora de su conversión; además, se mejoran las propiedades nutricionales del pescado y se consigue una mayor calidad y mejor conservación de la carne.
Estos alimentos suponen poder rebajar la utilización de antibióticos y productos paliativos en la dieta del animal, de manera que se pueda garantizar la seguridad y homogeneidad del producto final.
La alimentación funcional aplicada a la acuicultura supone, en definitiva, que los peces nos proporcionan valores nutricionales adicionales como antioxidantes, vitaminas y Omega 3. Unos valores añadidos de los peces que provienen de la acuicultura que no tienen los pescados en aguas salvajes.