Por Álvaro Valle
Jefe de Ingeniería
Hoy queremos hablaros sobre el sector acuícola en España. Nuestro país cuenta con un tradición pesquera y cultura de consumo de productos pesqueros de gran relevancia. Asimismo, contamos con una amplia disponibilidad de recursos hídricos, además de una orografía y diversidad de climas, que ha facilitado que los españoles estén acostumbrados al consumo de especies muy diversas. Este conjunto de factores supone un importante potencial para el desarrollo de la producción de numerosas especies en acuicultura: peces, moluscos, crustáceos e incluso algas.
En la actualidad, en España contamos con tres grandes subsectores que presentan grandes diferencias en cuanto a su historia y grado de madurez: acuicultura marina, continental y de moluscos. Recientemente se incorpora el cultivo de algas.
Desde Derwent participamos activamente en el desarrollo de los dos primeros y nuestros sistemas de acuicultura están diseñados y construidos para satisfacer las necesidades de las especies producidas y adaptarse a las condiciones del medio físico.
Como ya hemos comentado se utilizan diferentes tecnologías dependiendo del medio y de los objetivos:
– Jaulas marinas. Estos establecimientos consisten en estructuras de polietileno que dan soporte y flotación redes donde se realizan los procesos de engorde de especies como dorada, lubina o corvina.
– Bateas y long-lines. Se utilizan estructuras flotantes para el cultivo de moluscos bivalvos, principalmente mejillón. Las bateas consisten en plataformas que soportan las cuerdas de cultivo y, por el contrario, los long-lines son líneas horizontales soportadas entre boyas de las que cuelgan a su vez las cuerdas de cultivo.
– En tierra firme. Estructuras construidas en tierra firme, normalmente en localizaciones cercanas a la costa y que obtienen su agua mediante bombeo desde captaciones en el mar o pozos. Dentro de esta categoría podríamos englobar a los sistemas RAS en los que Derwent aporta gran experiencia y diseños exclusivos y específicos; la tecnología RAS (Recirculating Aquaculture Systems) consiste en sistemas de producción acuícola en circuito cerrado en los que el aporte y salida de insumos y residuos está totalmente controlado. En estos sistemas el agua es reutilizada en su mayoría (entre el 90 y el 99 %), renovando sólo la parte necesaria para mantener las condiciones idóneas de desarrollo de los peces.
– En la costa, zona intermareal y esteros (agua salada) contamos con otro tipo de sistemas de acuicultura que requiere una mínima intervención sobre el medio. A este tipo pertenecen los estanques excavados en la tierra, normalmente en zona de marismas, que se dejan inundar para proceder al cultivo de especies como dorada o lubina. Es el caso de la producción de almejas y ostras, se usan zonas de playa o intermareales en las que los animales son depositados directamente sobre el sustrato o en mallas sobre mesas.
En cuanto a la alimentación de los peces, es determinante para su viabilidad. Desde Derwent, con su marca de alimento para acuicultura Dibaq, hacemos uso de la optimización de las materias primas, el conocimiento sobre los nutrientes, su digestibilidad y el correcto manejo del alimento para contribuir al desarrollo responsable de esta actividad. La localización en España de las fábricas de alimentación ayuda al desempeño de actividades de investigación e innovación en el campo de la nutrición de los peces. Esta innovación es promovida desde las propias empresas fabricantes del alimento y por las empresas de acuicultura.
Tal y como se extrae de todo lo expuesto anteriormente, la acuicultura es un sector con gran potencial de crecimiento en España y que puede contribuir a la utilización de los recursos naturales de manera sostenible y a la seguridad alimentaria y desarrollo económico.
Desde asociaciones relacionadas con el sector como APROMAR y organismos oficiales como el MAPA se establecen determinadas prioridades en el desarrollo de la actividad a las que desde el Derwent contribuimos en diversos ámbitos:
– Nuevos ingredientes para alimentación animal y optimización de procesos de alimentación.
– Mejora de las técnicas de estimación de biomasa.
– Optimización de circuitos cerrados de agua (RAS).
– Revalorización y promoción del producto. Estrategias para mejorar el posicionamiento y la imagen de los productos acuícolas.
– Nuevas especies de interés para consumidor y empresario.
– Tratamientos y reutilización de efluentes de granjas acuícolas y mejora de la calidad del agua.
– Estudio de la capacidad de carga sistemas acuícolas.
– Mejora de los índices de bienestar animal y estrés de las principales especies cultivadas.
Esto refleja que, incluso con todos los avances tecnológicos aportados al sector durante las dos últimas décadas, la capacidad de desarrollo de la acuicultura es aún muy grande y desde Derwent trabajamos día a día para dejar nuestra pequeña aportación a un gran sector.