Con motivo de la COP25 que se ha celebrado este mes en Madrid, queríamos aprovechar para incidir en las ventajas en materia de sostenibilidad que aportan los sistemas de acuicultura RAS.
Se calcula que en 2050 la población mundial alcanzará los 9.600 millones de personas. Estas previsiones suponen que habrá un incremento en la demanda de alimento y especialmente de proteínas, una de las fuentes principales de proteínas será el pescado y para contribuir a su obtención de una manera sostenible los sistemas recirculantes RAS serán uno de los principales pilares.
Un informe de mercado liderado por la organización The Nature Conservancy y la firma de inversión de impacto Encourage Capital considera que la industria de la acuicultura todavía requerirá mucha inversión hasta conseguir satisfacer la demanda de pescado y marisco que demandará la creciente población humana.
La asociación The World Fish Center, que defiende el uso de acuicultura sostenible para reducir la pobreza y el hambre, estima que mil millones de personas de países en desarrollo ya se alimentan de proteínas procedentes de pescado y para 800 millones la pesca y acuicultura es su principal fuente de ingresos. Un informe de esta ONG afirma que la acuicultura usó en 2010 el 2% del agua y un 1% de la tierra usada en la agricultura a escala global y recalca que esta técnica supone un menor impacto medioambiental que otros sectores de producción de comida, como la carne o las aves. En este sentido el consumo de agua por kilogramo de producto en los sistemas acuícolas RAS supone una gran ventaja frente a otros sistemas de producción de alimentos, ya que el consumo es de un 90 a 99% menor que en sistemas tradicionales.
En las últimas décadas se han hecho grandes avances en cuestiones de sostenibilidad, principalmente en alimentación, manejo y tratamiento de residuos.
El sector de la acuicultura se presenta como uno de esos casos excepcionales en los que la sostenibilidad está directamente ligada con una mayor rentabilidad económica. Ya que aunque un productor no se preocupe por el medioambiente, el coste principal es el pienso, y para especies carnívoras, en concreto, ingredientes como el aceite o la harina de pescado y, actualmente, la industria está realmente interesada en reducir su uso en la alimentación para acuicultura.
Por otro lado, la tendencia actual va encaminada a reducir el uso de antibióticos y su consecuente contaminación de los medios, y sustituirlos por prebióticos para reforzar el sistema inmunitario de los peces. En este sentido los sistemas RAS presentan una gran oportunidad ya que se controlan completamente la entrada de elementos en el sistema (agua que es filtrada previamente, alimentos, peces garantizados libres de enfermedades).
Por tanto, reducir al máximo la liberación de nutrientes al medio, no es solo una necesidad, sino una buena práctica habitual asociada a los sistemas RAS y a la acuicultura en general. Además de esto, los sistemas RAS permiten un tratamiento eficiente de los efluentes y residuos reduciendo el impacto de la actividad sobre el medioambiente
FUENTES: IFAPA, FAO, Everis, Agencia Sinc